CARTAS A MI HIJA ADOLESCENTE

En el siglo XXI, la comunicación postal ha pasado de ser la única vía de contactar con las personas alejadas en la distancia, a ser una forma de romanticismo y, como en el caso de Cristina, de contacto con nosotros mismos y con nuestros seres queridos, distanciados muchas veces de nosotros aun estando bajo nuestro mismo techo.
Cristina es una mujer que decidió ser madre a los 35 años, viviendo intensa y felizmente su maternidad hasta que la adolescencia llegó. Por el cambio que ello supuso, decidió expresar todas sus emociones en cartas que jamás pensó publicar.

La adolescencia podría entenderse, por tanto, como esa etapa en la que de verdad nuestros hijos avanzan paso a paso hacia su propio destino mientras nosotros, los padres y madres, retomamos el nuestro, que nunca debe abandonarse por completo, pero que quedó suspendido bajo las exigencias de la difícil tarea de educar.

                                         —Raquel Esteban, psicóloga y escritora.